Tengo en carne viva el recuerdo de tu piel, tu delicioso olor corporal permanece en el registro de mis sentidos y esta mañana lo evoqué una y mil veces, como si así pudiera hacer que estuvieras junto a mí en esta cama, encima mío, en esta cama, bajo mis pechos, en esta cama...como fuera, pero en esta cama.
Me abrazo a la almohada para que mi cuerpo sienta el roce de tu memoria y me palpitan mis húmedos muslos, ingenuos y engañados porque no saben que seré yo la que termine haciéndoles temblar con unas manos que solo desean ser las tuyas.
Es tan solo una mañana más,no, mucho mejor es una mañana menos para llegar a esas en las que ya no tendré que pensarte.