Te regalo una mirada a través de esa ventana que bien conoces, una mirada desnuda, tal y como me gusta mostrarme ante ti, sin ropaje de tela y sin doblez en el alma ni en el corazón. Aquel corazón que ocupaste un día, anidando en un rinconcito, ese que iba a ser solo tuyo y que nadie te iba a quitar, que pasaste a conquistar en toda su extensión traspasando fronteras y llegando a formar este imperio de deseo y de ansia de vivirte.
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Honrado por su visita my lady, se la devuelvo. Y veo que su blog esta recién estrenado por lo cual le deseo una feliz navegación a través de estos mares virtuales. Bienvenida a bordo.
ResponderEliminarRespecto a su entrada, solo puedo decirle… afortunado “el”.
Ah! La foto de la cabecera con esas dos mariquitiñas copulando, la encuentro a la vez que sensual, muy delicada. Me gusta
Bienvenido entonces, capitán, le espero en la siguiente.
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